¿Quería Taylor Swift remedar a la inolvidable Marilyn Monroe en su más emblemática y sexy maniobra? No exactamente. La precoz estrella efectuaba un concierto en Missouri, Estados Unidos, cuando el aire le jugó una mala pasada, dejando su truza a la vista y paciencia de los cientos de asistentes a su show.
La cantante se encontraba entonando el tema “Yoy belong to me”, cuando un ventarrón le subió el vestido azul que llevaba. A pesar del mal rato, la señorita no paró de cantar, aunque se bajó la traviesa prenda rápidamente con las manos. Toda una profesional.
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